Vámonos… eso pensaba yo ayer cuando en un acto de locura (o
aburrimiento), en una clase de Historia del Periodismo Universal me dio por echar la Beca Erasmus llegando a
poner incluso como destino Polonia. Lo que me faltaba… que me mandaran a Polonia, “suerte” que a
mí nunca me dan becas…lo llaman “Familia numerosa” yo lo llamo “que mis padres
declaran lo que cobran y los tuyos no”.
Y créanme cuando digo que esta vez no
será diferente.
Lo cierto es que fue
entonces cuando me empecé a plantear mi futuro, el mío y el del resto de
jóvenes españoles; jóvenes a los que ya no se les dice que su carrera “no tiene
salida” ¿Por qué? Porque ahora en España todas las carreras tienen salida. Sí, al Extranjero.
El extranjero, para muchos, ese gran desconocido.
Eso que se conoce como “fuga de cerebros” y que mi hermano
de 11 años cree que hace referencia a la película de Mario Casas y su pandilla
de frikis en Inglaterra cada vez que sale en el telediario, es una realidad. Es nuestra realidad. Es
frecuente tener un primo o amigo, o ambos, que está estudiando en el extranjero
y que ahora “vuelve a casa vuelve” porque es Navidad.
Somos muchos los que queremos convertirnos en un aventurero, que, de la noche a la mañana tiene que marcharse, y que no se sabe si volverá. Sin embargo y, pesar de la que está cayendo, me alegra ver a aquellos que estando en 2º de Bachillerato y sintiendo que “no les
da tiempo” para estudiarse todo el temario de los exámenes de Selectividad ( como dice un gran amigo y escritor: "Hola esto es 2º de Bachillerato y esto es Jackass") persisten, aspirando a ser médico, profesor, periodista ,abogado, juez,
policía, arquitecto, ingeniero…
Si nos tenemos que ir, nos iremos.
Pero tranquilos, llenaremos la maleta de jamón de Jabugo, chorizo, salchichón, aceite de Oliva Virgen, de Pepinos de esos que le gustan a la Merkel, de Paella, de feria, de Semana Santa (con permiso del resto de España, Sevillana)... y suena a "tópico típico" pero a mí MI ESPAÑA me gusta. Me gustan sus costas, me gustan sus playas, sus museos, su cultura, sus teatros, sus monumentos... pero no se preocupen, que nos vamos y volveremos, volveremos para desbancar como periodistas, abogados y jueces a los políticos corruptos, volveremos como maestros con varias lenguas para enseñar TOLERANCIA y RESPETO. Volveremos como matemáticos, ingenieros y arquitectos encargados de construir no solo casas para los desahuciados sino también diseñando SONRISAS, ILUSIÓN y ESPERANZA.
Esto será como bien dice Pedro
Ángel Castillejo Blanco en una carta al
director en EL PAÍS, una fuga de cerebros, sí y que : “sean
cerebros y no carne con ojos” .
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