viernes, 29 de marzo de 2013

Sueños

Ayer justo tras haber disfrutado de la madrugá sevillana, descubrí cual era mi momento favorito del día.

 Es aquel en el que llegas a casa y te quitas los zapatos(primordial si  mides 1,60 y vives enamoradas de los tacones), aquel en el que te pones el pijama y te metes en la cama pero notas que aún no tienes sueño. Es, entonces, cuando te arropas bien si es invierno o te desarropas si es verano, y empiezas a pensar en todo aquello que hiciste ese día. A muchas de las que vomitamos azúcar y cabalgamos la vida a lomos de un unicornio rosa nos da por imaginar historias que jamás sucederán, pero que dejan paso a sueños difíciles de olvidar.

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