domingo, 5 de mayo de 2013

Es tu culpa

Es tu culpa. 

Es tu culpa que me siente a teclear y no me salga nada. Es tu culpa que en vez de pulsar las teclas formando una  bonita melodía que se escucha en toda la casa mientras todo el mundo duerme, esté así. 


614544789658521452369854785412  son las veces (no exagero aunque sea andaluza) que me he sentado a escribir y no me sale nada. Nada de nada. Escribo y borro, borro y escribo y así sucesivamente. Es extraño porque últimamente no paro de hacer cosas que me hacen sentir diferentes emociones, pero cuando llego aquí no soy capaz de transmitirlas sobre el papel. 


Sí, bueno, lo admito, soy de las que primero lo escribe en papel y luego lo pasa a ordenador.

 Prehistórica y  Paleolítica. 

Bien es cierto que no tengo la cabeza donde la tengo que tener, y el corazón... bueno el corazón prefiero no saber dónde está. Y eso me perturba. ¿Qué se supone que hay que hacer para unificar la cabeza y el corazón? 

Vivimos acelerados. Tú y yo. 


Es tu culpa que no me sepa controlar, que el corazón, por raro que parezca se ponga en marcha cuando el icono aparece en la pantalla de mi móvil. 

Es tu culpa que me esté pasando esto. ¡A mí! 

Yo, que había construido un muro infranqueable a mi alrededor, y que has sido capaz de derribar con tan solo un soplo. Un muro que construí cuál cerdito de cuento para que a  ningún lobo se le ocurriese, si quiera, llamar a la puerta. Pero esta vez el águila fue más rápida que el cerdo y el lobo se coló por la chimenea. 


Dos charlas, dos besos y alguna que otra caricia. El roce de su boca con la mía, de su mano con mi mano, de mi piel con su piel. Su sonrisa, sus ojos. 

Y dentro, ni muro, ni piedra, ni puerta ni cerrojo. Eso ahora conmigo no funciona. 


La culpa la tuve yo que en vez de invitarlo a irse, lo invité a café.  Fue entonces cuando le pregunté : 

-¿Cuánto tiempo piensas quedarte? ¿Preparo un café o  mi vida? 

Perdonen el exceso de glucosa, consecuencias de un domingo por la tarde. 

Confesiones de una veinteñera en pijama y sin peinar. 




miércoles, 1 de mayo de 2013

Y sin embargo, se mueve

Miércoles que sabe a Domingo, y como cualquier otro domingo ando vestida con mis mejores galas, sentada junto a la ventana y oyendo los balonazos que dan en mi patio aquellos que apenas levantan un palmo del suelo. ¡Juventud, Divino Tesoro! Quién pudiera volver a la decena y no cargar con este patio sobre tu espalda...

Miércoles que me sabe a Domingo y a chocolate, que me ha hecho mirar el calendario para descubrir que hace exactamente 27 días que no escribía en el blog. En cualquier otro momento de postureo hubiera comenzado la entrada a lo Miss Antioquía "Ante todo quería darle las gracias a todos los presentes acá y pedir disculpas por no haber podido publicar entradas, besos y paz mundial"  

Pero no, hoy puedo prescindir de guardar las formas. Papá no leas esto, porque hoy no me siento señorita.

Hoy no voy a sentarme con las piernas rectas, tampoco pienso peinarme. Hoy no me voy a quitar el pijama en todo el día y andaré con calcetines por la casa (bueno lo confieso, no encuentro las zapatillas). Tengo los ojos cual oso panda porque ayer olvidé quitarme el maquillaje justo antes de acostarme, sí, lo olvidé: sin querer queriendo.

Hoy me apetece que se caiga el mundo o que lo paren y me bajo... o no. Ya no.

En estos últimos días me he montado en un coche de caballos, como los que te pasean por el Real de la Feria de Sevilla. Los cuatro caballos que tiran del coche van ataviados con sus mejores galas, sí, a juego con mi pijama dominguero. No puedo contaros que se siente cuando miras la vida desde una carroza que, como diría Galileo en aquellos momentos "Y sin embargo, se mueve"


Yo, que parecía haberme quedado estancada, pero ahora sé que no, que aquello sólo fue un paro, como el paro académico que organizamos los estudiantes de la Universidad de Sevilla y que no sirvió, à mon avis , absolutamente para nada.

No puedo describiros que se siente cuando empiezas a andar. Cuando, como Lázaro, respondes a un "levántate  y anda". Y eso que he estado consultando el diccionario. Creo que la RAE me debe la mayoría de sus visitas, creerá que estoy enamorada de ella o algo así, cual adolescente quinceañera visitando perfiles de tuenti.

Por eso vengo a deciros que os mováis, que salgáis y también entréis, que hagáis lo que sentís. Que no importan si tan solo son ilusiones. ¿Acaso no visteis como los aficionados del Madrid se volcaban con su equipo cuando era un imposible? ¡Qué importa!

Los imposibles también existen




martes, 2 de abril de 2013

Concienciando, Leyendo

Con esto de Twitter una se entera de que hoy, 2 de Abril, es el Día Internacional del Libro Infantil y el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo. Será que no hay días suficientes como para que tengamos que poner dos cosas un mismo día; sin embargo ¿Se han fijado que no es una pura coincidencia? Pues ¿Acaso no se le dice a un niño que parece autista cuando está solo en una esquina leyendo? Cómo somos los seres humanos, ya nos respetamos ni las enfermedades... 

El autismo es un trastorno que afecta a la socialización, así como a la imaginación entre otros. 
Para mi desgracia (o suerte) no conozco a nadie que lo padezca, pero me gustaría. Me gustaría poder hablarles en primera persona de esto por eso me reservo ese post para cuando la experiencia me permita contarlo. 

De lo que sí que puedo hablarles hoy, Día Internacional de la Literatura Infantil y Juvenil, es de esa clase de libros. Amante de la lectura que soy, hoy les muestro una serie de recomendaciones que yo, antes de que la veintena llamara a mi puerta, leía.

Si partimos de los clásicos no puede faltar en ninguna estantería Harry Potter. Un chico al que le llega una carta para ir a un colegio de magos, el sueño de cualquier niño y no tan niño, y que se enfrentará a mil y unas aventuras en las que no sólo predomina la ciencia ficción y la magia, sino también el valor, y lo que es más importante: el amor. 


"Hay muchos tipos de valentía. Hay que tener un gran coraje para oponerse a nuestros enemigos, pero hace falta el mismo valor para hacerlo con los amigos" Albus Dumbledore














¿Otro clásico?
Manolito Gafotas, de Elvira Lindo. Su último libro hace apenas unos meses que fue editado y te deja aún mejor sabor de bocas que los anteriores. ¿Qué niño no ha sido gritado por su madre para que subiera a cenar? ¿Qué niño no ha sentido celos de su hermano pequeño al nacer? Una España vista desde el barrio de Carabanchel (alto). La primera vez que leía la editorial la vista me traicionaba leyendo "alfaguarra". 



"Al final del curso, cuando entregué en casa las notas, mi madre sólo leyó el despiadado suspenso que mi sita me había puesto en Matemáticas. El aprobado en el resto le importaba un pimiento" Manolito Gafotas, ¡Cómo Molo!"




Recuerdo bien cuándo traje de la biblioteca Otto es un rinoceronte. Mi madre se acostó conmigo la noche que empezó a leerlo y me dio mucha risa que el personaje principal dijera "Y un jamón". Un libro simple y sencillo, una historia de amistad en la que pintar en la pared hace que las cosas se vuelvan reales. 


"Topper siguió dibujando y, después de todo, Viggo tuvo que reconocer que le había salido un rinoceronte muy bonito.
—Bueno —dijo Topper al acabar—. Ahora nos vamos a la cocina y bebemos
cuatro o cinco gaseosas. Cuando volvamos verás algo estupendo." 









Se busca príncipe azul, no se aceptan sapos camuflados, de H. Stellmacher. No podía faltar estaba claro. Aparentemente parece un libro quinceañero, más sumergiéndote en sus páginas puedes darte cuenta de lo que de verdad significa la palabra amistad. Un libro que, además te enseña a valerte por ti mismo y a no conformarte. 


"¡Socorro! Envíame toda la energía positiva que tengas, voy a intentar averiguar cómo se llama el tío más bueno que he visto en mi vida... Me tiembla todo... Espero que este príncipe azul no se convierta en sapo como quien tú ya sabes"




Pero si buscamos una verdadera historia de superación y amistad debemos destacar Alicia, Cecilia y sus demonios. Un robo hace que dos personas, aparentemente distintas, unan su vida por medio de la amistad. Pero, como en la vida real no todo es así de sencillo ambas tendrán que enfrentarse a una de las peores enfermedades que puede azotar a una adolescente: la anorexia y la bulimia. 

"Había empezado a comer algo mejor. En parte por aburrimiento y por la imposibilidad de seguir buscando revistas y recetas mágicas para conseguir el aspecto físico que deseaba. Pero, sobre todo, porque ya no estaba segura de que aquél fuera el problema principal. "Desde luego, guapa no soy" "


Una vez gané un concurso por escribir un relato. El premio no pudo ser mejor: una caja llena de libros. Eran muchos pero sin duda, si tengo que elegir me quedo con Memorias de una vaca. Un título que me impactó. 

Sentirse identificada con una vaca no es algo muy común. La mayoría de la gente cree que las vacas son tontas, e incluso las otras vacas piensan que ellas mismas lo son, sin embargo, basta con confiar en uno mismo para demostrarte a ti mismo, y al resto que las cosas no son siempre como parecen. Una vaca que te enseña razones para vivir. 

"El mandato de mi voz interior, o cómo tomé la decisión de escribir estas memorias vacunas"








Y por último les dejo una de mis mejores recomendaciones: Cipi. Fue el primer libro con el que lloré, demasiados sentimientos narrados de manera excepcional que fueron capaces de llegar a mí con tan sólo 12 años y menos de 1,40 m de altura. Es mucho más que la vida de un pájaro. Es, el paso del tiempo, las ganas de volar, es el miedo de vivir y de sentir. Fabulosa metáfora de la vida. Sin duda, fue aquel libro que me enganchó a la lectura, que me hizo comprender que leer libros es una manera más de vivir. 

"-¡Quiero ver lo que hay abajo!
-¡Es demasiado pronto, todavía no tienes plumas y eres pequeño y débil!"

lunes, 1 de abril de 2013

(In)segura


A veces quien menos te lo espera te da un gran consejo. Suena a frase de libro, a película de Hollywood y a canción del Arrebato.  Pero lo cierto es que el pasado Sábado Santo, sentada en un poyete junto a mis amigas Carmen e Irene, apareció mi hermano Carlos, de tan sólo 12 años, y nos puso las pilas a las 3. 

Repartió cuerdas a unos relojes que parecían haberse quedado  parados.

En esto que pasaba el Santo Entierro por la Avenida de la Constitución en dirección Plaza Nueva cuando las 3 a la vez, nos quedamos mirando a una pareja abrazada en uno de los palcos. Suspiramos y nos reímos,  todas habíamos pensado lo mismo. Viendo nuestras miradas de complicidad, mi hermano nos preguntó: “¿Qué miráis?”. A lo que le respondió mi amiga Irene, que dicho sea de paso tiene la misma edad mental (me atrevería a decir incluso inferior) que mi hermano, lo que mirábamos. Éste respondió “Vaya tontería, ¿Queréis que ponga un cartel que diga que estáis solteras?”

Estallamos en una carcajada y le pedí que nos hiciera una foto. Aquel momento era digno de capturar. Aquella mañana soleada de Sábado habíamos comido juntas y muchos secretos fueron los que compartimos. 

De vuelta a casa, caí en la cuenta de que en  las palabras de aquel que me suplica cada noche que le deje un huequito en la cama,  había una gran verdad. El problema es que nosotras habíamos tardado demasiado tiempo en ponernos un cartel en el que mostrásemos lo que valemos.  Somos mucho más de lo que aparentamos, las 3 y, sin embargo, ninguna se había percatado de que ya era hora de mostrárselo al mundo. 


La maja vestida, Goya
Somos much@s, los que a menudo no sabemos lo que valemos. Me incluyo en un grupo en el que la inseguridad es nuestra bandera y la vergüenza nuestro himno. Pero no se confundan, ser inseguro no implica únicamente cambiarse de ropa 244878412545875554758455687455, 544785487855445577544 (utilizo números decimales porque son las veces que me cambio únicamente de zapatos, pañuelos o maquillaje)  sino es mucho más. Las personas inseguras echamos la llave de casa 3 veces y movemos la puerta para comprobar que está cerrada; incluso podemos llegar a mirar a través del espejo del ascensor si hemos cerrado correctamente. Las personas inseguras volvemos a subir para comprobar si está cerrado antes de irnos del todo. Nos llevamos comprobando si tenemos móvil, cartera y llaves en el bolso conforme  pasa el día. La inseguridad es aquella que nos hace pensarnos las cosas más veces de la normales, las que nos hace   convocar una cónclave de amig@s para decidir qué hacer o qué decir. Pero creo que es hora de darle la vuelta a la tortilla porque la parte de abajo se quema. Ser inseguro no puede considerarse una cualidad negativa, quizás algo precavida, pero eso no nos impide realizar locuras, de vez en cuando, como el resto de mortales. De hecho, esas locuras aventuro a decir que nos sientan incluso mejor que al resto, será por la falta de costumbre o quizás, porque sabemos apreciar mejor lo que se sale de nuestros esquemas. Hace poco alguien me dijo que "Sabe más de agua uno que no ha bebido jamás que el que bebe todos los días."

La RAE define la inseguridad como la falta de seguridad (muy aguda y lógica nuestra academia). Una vez más: Difiero. Disentir es algo que me encanta, como las torrijas.  La palabra inseguridad debería tener más definición que esa. Debería ser algo así como "cualidad que puede tener el ser humano y que consiste en ser más precavido de lo normal". Y ya está, y no pasa nada si uno es inseguro, lo que importa es que de verdad se quiera. Ahí está el epicentro de ese terremoto que temen las madres cuando sus hijos crecen y no se dan a valer. Créanme que de eso sé un rato, mi madre ha probado 458648985462232336589856623586954255669 (sin decimales) estrategias para que aprenda a quererme. Si lo ha conseguido o no mejor lo vetamos. Lo cierto es que la mejor sin duda fue colocar una foto de ambas en un powert point que me regaló por mi 18 cumpleaños en la que ella me enseñaba a caminar un día soleado junto a casa de mi abuela. Aquel día comprendí que era lo que de verdad me había querido enseñar durante todos estos años y una de esas cosas era quererse. 

Quererse o no quererse, esa es la cuestión. ¿Cómo empieza uno a quererse? Yo lo intento por las mañanas con una técnica que mi fabulosa Rocío (Merca para los amigos) me ha enseñado y que, con su permiso, comparto con todos vosotros. 

                                        "Soy lo más bonito y follable de este mundo"

Creo que hacía mucho tiempo que no me daban un gran consejo como ese. Fabuloso y muy tqm. Y sirve. Yo me levanto cada mañana y justo antes de salir de casa me miro al espejo y repito la frase. Tranquilos no aparece nadie... o bueno sí: la persona más bonita y follable. Suena algo ordinario, puede, pero a estas alturas y tras haber escuchado frases del estilo "me voy a vestir de mantilla cuando me salgan canas en el chocho" creo que puedo permitírmelo. 

La cuestión es que vivo en una sociedad en la que tengo que  defenderme de no ser facha o burguesa por mi forma de vestir (la forma de pensar les importa bien poco, y el respeto hacia esta muchísimo menos) y me pregunto si realmente somos capaces de desnudar el alma ante los demás. Nuestros amigos o familia son las personas que mejor nos conocen, pero ¿Es realmente cierto? ¿No os pasa que en ocasiones evitáis contar determinadas cosas? ¿Por qué? ¿Miedo? ¿Inseguridad?  No importan las razones por las que no las contamos, quizás miedo a la reacción, al rechazo, o simplemente porque no es el momento y no quieres molestar. 
La maja desnuda, Goya
Tengo una amiga que me contó una vez que si por ella fuera iría desnuda por la calle. Sinceramente, creo que aquellas palabras tenían mas razón que un Santo (refranero cofrade y rancio donde los haya). Si fuésemos desnudos por la calle se nos olvidaría tachar a la gente como roja o azul. Si fuéramos desnudos por la calle, por descabellada que pueda resultar aparentemente la idea, la vida sería natural, como el Trina.



 Seríamos nosotros mismos y estaríamos seguros de ello. 


viernes, 29 de marzo de 2013

Sueños

Ayer justo tras haber disfrutado de la madrugá sevillana, descubrí cual era mi momento favorito del día.

 Es aquel en el que llegas a casa y te quitas los zapatos(primordial si  mides 1,60 y vives enamoradas de los tacones), aquel en el que te pones el pijama y te metes en la cama pero notas que aún no tienes sueño. Es, entonces, cuando te arropas bien si es invierno o te desarropas si es verano, y empiezas a pensar en todo aquello que hiciste ese día. A muchas de las que vomitamos azúcar y cabalgamos la vida a lomos de un unicornio rosa nos da por imaginar historias que jamás sucederán, pero que dejan paso a sueños difíciles de olvidar.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Habemus Papam

Tras escuchar las palabras del nuevo Papa, Francisco I, Jorge Mario Bergoglio para los amigos, me dispongo a contarles lo que esta tarde soleada, casi primaveral, del 13 de Marzo ha supuesto para mí. Me encontraba en mi cuarto, ordenado mi desorden para variar, cuando de repente vi un tweet :"HABEMUS PAPAM". Corriendo por el pasillo como si no hubiera mañana he gritado "Pon la tele que ya hay Papa", y mi hermano pequeño que se apunta a una ronda de aspirina, ha gritado "oeeeeeeeeeeeeeeeeeee" como si el Barça le hubiera marcado otro gol al Milán... Sí, otro.

Acto seguido, cada uno ha cogido sitio en el salón para presenciar, sin duda, e independientemente de su creencia o no, un acontecimiento importante para la sociedad, para el mundo. Esto no lo digo yo porque lo opine, que también,  sino porque el acto tiene relevancia pública.  "Y eso es así y los pimientos son asaos"  (Me encanta esa frase y tenía que meterla).

Mientras tanto en Twitter  se empezaba a cocer la emoción: "Con este nuevo Papa ya he conocido más Papas que presidentes de la Junta de Andalucía" 


La tercera fumata blanca, la quinta votación en el tercer día de cónclave cardenalicio y ... HABEMUS PAPAM. Serían dos horas las que nos tocaría esperar para saber su nombre. Pero al fin, se encendió la luz del balcón de la Logia de las Bendiciones, y pocos minutos después el cardenal francés Jean-Louis Tauran, con una mirada desconcertante, y en calidad de diácono protodiácono,  nos daba a conocer su nombre: "Francesco I". La plaza del Vaticano gritaba y ... Twitter hervía. Muchos mostraban su alegría con palabras que rozaban el cielo ( en cierto modo, era oportuno) y muchos otros criticaban a la Iglesia, eso sí, con su papeleta de sitio recién sacada para realizar estación de penitencia dentro de dos semanas.

Primer Papa jesuita y primer Papa hispanoamericano. No está mal para empezar la revolución en la Iglesia ¿No? Un Papa seguidor del San Lorenzo de Almagro, dato importante donde los haya (nótese la ironía). Cuando salió al balcón quizás le vimos demasiado serio. Más cuando comenzó a hablar, la simpatía y cercanía eran evidentes. También la comicidad se hacía protagonista de sus palabras:

"Vosotros sabéis que el deber del cónclave es dar un obispo a Roma, y parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo al fin del mundo"

Ya hubo quien lo quiso de Papa en 2005, más se ha podido saber que con lágrimas pidió al resto de sus colegas que se abstuvieran de elegirlo. Mira por dónde campeón, que de esto no te libra ni Dios.

A pesar de esta elección, en un principio se apostaba por Scola, que ya había desactivado su cuenta de Twitter, pero la sorpresa fue grande. Se han roto, una vez más,  las estadísticas, los moldes y lo que se suponía que iba a pasar y que no pasó. ¿Qué vergüenza no? Aunque claro, para vergüenza la que me da una de las corresponsales de TVE, Mavi Doñate, que le pregunta a unas españolas, murcianas,  qué opinan de los candidatos y que estas no tengan ni zorra, con perdón, de lo que se esté hablando. Y enciman se reían.  Pero así somos nosotros. Olé. Pero vamos, visto lo visto y después de lo de Ortega Cano de esta semana... mejor sigamos que me descontrolo.




Y yo como si me sintiera interrogada por la ya nombrada periodista que tanta vergüenza me ha ocasionado, me pregunto mientras el telediario me recuerda la penosa sesión de control del Gobierno que hubo esta mañana: "¿Qué esperas de Francisco I?

*Cercanía, con sus seguidores, con el mundo que le rodea. Ojalá un Papa que conviva codo con codo con sus fieles, que se pegue a ellos como las masas en el metro. Y por lo último publicado apostaría que sabe de lo que le hablo.
*Sencillez, como la que mostró al despojarse de parte de su atuendo.
*Contacto, aunque mezcle los idiomas.
*Limpieza y renovación dentro de la Institución.
*Revelación, contra lo establecido, una revelación que haga que la Iglesia se regenere y se adapte, en la medida de sus posibilidades a la actualidad.
*Cambio y por qué no, un Papa Twittero.

Y ya paro que es una lista para el Papa y no para los Reyes Magos.

Además, por muchas palabras que pusiera, jamás lo habría definido mejor:

"Un pastor que anuncie el evangelio y la misericordia; un buen pastor capaz de dar la vida por sus ovejas" Cardenal Ángel Soldano, en la misa Pro eligiendo Pontífice. 



¡Ah! su acento: lindísimo.


martes, 12 de marzo de 2013

Ilumíname

Mi amiga Ana, mi bff como yo la llamo, me ha dado una idea genial. Se trata de crear un espacio en el blog en el que cuelgue las fotografías que voy haciendo (cuando me da la vena artística) y escriba aquello que me retransmita, eso que es capaz de transmitirme un espacio cuadrado/rectangular lleno muchas veces, de cosas que no podemos imaginar. 

Pues bien, hoy inauguro esta sección con una fotografía que hice en Salamanca. Confesaré,  por absurdo que parezca, que  me encanta fotografiar farolas. Las farolas son mi invento preferido. 

Son, como los  amigos,  se encienden cuando las necesitas. 

Cuando caminas a oscuras por la ciudad te acompañan, para mí son las estrellas de la ciudad, porque con tanta polución pocas estrellas se ven en la ciudad. Lo cierto es que me hubiera gustado ser farolera. Es una profesión sacrificada y que no conocí porque apenas llego a los 20, pero me llama la atención la figura de un individuo que cada mañana se ocupara de apagar luces y encenderlas cada noche. Sería algo así como tener un súperpoder. 
Apagado, rgonboz

lunes, 11 de marzo de 2013

Exactamente ahora


Ayer hizo exactamente una semana que no escribo nada. Perdón... también por el retraso. Pero en esta tarde lunera al fin me reencuentro con vosotros. Iba a contaros por qué no he escrito a pesar de que la inspiración se acuesta conmigo día sí y día también pero ayer vi la película de Mary Poppins y he empezado a aplicar su regla en mi vida: "Nunca doy explicaciones". 

Pues bien, el post de hoy viene, indudablemente motivado y dedicado a mi gran amiga Piluca. Mientras todos dormíais hace una semana, ella me mandó varios mensajitos por Whatssapp para explicarme qué sensaciones le habían trasmitido mi última entrada en el blog. Cuando el lunes por la mañana me desperté y vi todo lo que me había escrito no pude sentirme más feliz. El lunes parecía viernes. Por ello ante todo GRACIAS, por todo y por tus frases, y tu inspiración. Jamás hubiera imaginado todo esto cuando te conocí hace tan solo 3 años.
Ella me habló de que a veces nos comemos demasiado la cabeza, vivimos rápido y en ocasiones ni siquiera nuestras acciones están motivadas. Nuestras vidas funcionan como relojes, dan vueltas y, cuando menos te lo esperas... el reloj se para.

"Prométeme que vas a vivir, no a existir, sino a VIVIR" 

"Da igual, prueba otra vez, fracasa otra vez, fracasa mejor"  S. Beckett

"Vive, pero hazlo siempre de forma auténtica"  


Quizás les resulten frases muy "tqm", muy cursis y quinceañeras total, pero que al encontrarlas escritas en mi teléfono y leerlas de camino a la universidad, en ese trayecto del autobús que se me hace tan aburrido, han adquirido para mí un gran significado. Ahora, con permiso de mi Piluca, me gustaría compartirla con vosotros. Cuando ella las escribió me contó la historia que cada una de estas frases entrañaba para ella.  Alguien se las dedicó en un momento oportuno. Y eso fue lo que a mi me transmitieron esas frases, de repente quise guardarlas para poder compartirlas en el momento exacto con quien fuera preciso.  Por ello yo les invito a que le regalen esas frases a su gente, a sus amigos, a su pareja, a su familia, y si me apuran a quién quieran, aunque nada (aparentemente) les una. Porque las cosas funcionan cuando se hacen en el momento exacto, cuando esa persona  pronuncia las palabras mágicas son cuándo estas se vuelven eso, mágicas. Prueben.

Después de este post vomitaré azúcar y me convertiré en piruleta.







domingo, 3 de marzo de 2013

Zapatos rojos


Soy del sur, quizás por eso tengo que perderme por el norte para encontrarme.

Destino: Salamanca.

Ya la nevada que nos sorprendió por el camino anunciaba el frío que íbamos a pasar. He aquí la prueba.

 Somos muchos los que pensamos que cambiando de aires también cambian las ideas. En este caso no sé si Salamanca habrá cambiado mi forma de pensar, lo que sí les aseguró es que mis ideas están cogelás.
   
Lo necesitaba. Necesitaba perderme por lugares y rincones para  ver que hay más mundo que  detrás de mi amada Andalucía. Gente que merece la pena conocer y lugares difíciles de olvidar.

Hace tiempo que creo que cada uno de nosotros tiene un camino. Esto no significa que  todo esté escrito y qué hagas lo qué hagas esté marcado; sino que al nacer, tus padres te ponen al principio del recorrido y  ahí comienzas tu aventura, la vida. Para que os hagáis una idea  yo imagino una gran línea roja en la que pone START y muchos bebés que gatean. Unos más lentos que otros. Y así, estos bebés van avanzando a medida que crecen.  Suelen entretenerse mucho por el camino: se paran a ver las flores, el cielo, y todo lo que va apareciendo en el camino.  

No es una carrera sino un paseo, aunque muchos se dan cuenta de este detalle cuando han llegado al final… del túnel.

Al principio  queremos llevar una gran velocidad, tener ventaja frente a los demás nos hace sentirnos mejores, mas fuertes. Procuramos pararnos poco, y mucho menos si es para ayudar al resto. Cuando al final nos damos cuenta de que la línea de meta está a punto de ser alcanzada, es entonces cuando todos vamos más lentos, aunque sepamos que ya es demasiado tarde. Mientras tanto hay quien se ha entretenido demasiado por el camino o quien simplemente se quedó atascado. Podemos hacer el camino solos o acompañados, para siempre o tan sólo un tramo de éste. Podemos despedirnos y volvernos a encontrar.
Una que se hace mayor porque está a punto de cumplir la veintena y bueno, porque la peluquera le ha dicho que le ha salido una cana, va por el camino algo perdida. Me siento como Doroty Gale en el Mago de Oz. Mi camino también es de baldosas amarillas, pero no tengo zapatos rojos… ya tengo excusa perfecta para comprármelos.

Salamanca ha sido como ir hacia la segunda estrella  a la derecha volando todo recto hasta el amanecer. Un rodeo al camino que todos toman. El respiro de aire que necesitaba. El cambio de pilas que ansiaba mi motor.

Y con esto del cambio, he decidido que ahora en el blog habrá una canción que inicie las entradas.

Antes de leer la entrada activas la canción para que se reproduzca en bajito mientras la lees.

. Me gusta, y sí, se me ha ocurrido a mí solita. 

A POR ELLOS

Hace poco tiempo uno de vosotros, de los lectores, me proponía que escribiera un post del Sevilla FC aprovechando que el día 27 jugaba contra el Atlético de Madrid.  Ya saben que no soy partidaria del pan y circo, pero por ser quien eres, hoy este post va por ti. De esta forma queda saldada la deuda que tengo contigo:  fuiste el primero en someterte a una de mis entrevistas.

El resto perdónenme por no venir a contarles  que Bárcenas sigue siendo más  sinvergüenza  que ayer pero menos que mañana. Pero sí,  antes de comenzar les pediré un minuto de silencio por la muerte de Stéphane Hessel, autor de "¡Indignaos!"  Indignaos porque Montoro insinúa que algunos diputados no pagan impuestos, como si eso no lo supiéramos, !Indignaos!

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7,38,39,40,41,42,43,44,45,46,47,48,49,50,51,52,53,54,55,56,57,58,59,60.

PI. PI.PI

Comienza el partido y ojalá pudiera verlo desde el asiento 69 en la fila 15 de la esquina de Gol Norte. Cuánto echo de menos el ambiente en el campo, los cantos, las risas y el olor a porro. La primera vez que fui me falto poco para vomitar ¡Qué asquito! Luego una se acostumbra  y ahora hasta lo echa de menos. Lo cierto es que los domingos eran menos domingos si había partido. Echo de menos al típico que no te conoce de nada pero que al marcar un gol te abraza y a la mujer mayor que le grita al árbitro como le grita a su nieto para que suba a comer. Ese era nuestro pan de cada domingo.

Bueno en lugar de eso he cogido un buen sitio en mi sofá junto al calentador. Tan sólo sintonizo Telecinco porque eres tú, sino juro que escucharía la radio. Hace tiempo que no disfruto de un partido y jamás antes había escrito nada al respecto... pero la intención es lo que cuenta ¿No?

El Sevilla FC se enfrenta esta noche al Atlético de Madrid en su estadio, El Estadio Ramón Sanchéz Pizjuan. Se trata del partido de vuelta de la semifinal de la copa del Rey. El resultado del partido no es favorable, pero torres más altas cayeron... o no. 

El partido empieza regulá. Gol de Diego Costa y la moral del Sevilla se hunde. Bueno se hunde todo lo que se podía hundir porque no es que el sevilla haya salido reluciente en la primera parte.  A pesar de eso sí el campo está lleno, petao, que es como nos gusta llamarlo a nosotros. Al menos hay algo que no ha cambiado y es ese sentimiento, rojiblanco, que nos caracteriza. Y no, no todos los rojiblancos somos BIRIS, de los que me reservaré la opinión por estar en horario infantil. 

Seamos sinceros, el partido no tuvo buena pinta. La mezcla explosiva : "A la calle Medel  y el segundo entrenador del Sevilla, amarilla para Rackitich, gol en el minuto de descuento y roja directa a Kondogbia" no podía salir bien. No era un plato digno de Arguiñano. Vimos un Sevilla presionado, nervioso porque había bastante en juego. La semifinal se le fue de las manos, o mejor dicho de los pies, puesto que el empate venía en el minuto de descuento. Para cuando el Sevilla quiso despertar ya era demasiado tarde, aunque de los errores se aprende ¿no?
Más vale tarde que nunca pensamos muchos de los que veíamos el partido, soñando con un gol más, con un paso a la final que nos hiciera sentir de nuevo que estamos vivos. 

Me resulta inútil echarle la culpa al entrenador. Al fin y al cabo al menos ha mejorado la situación que hace meses veníamos viviendo. La despedida de Míchel sólo fue una pérdida para mi madre que aún sigue pensando que es el entrenador/ex-futbolista más guapo de la liga española. Difiero en eso con ella, como en casi todo. 

Ah y si no lo digo, reviento: lamentable Diego Costa. 

Echo de menos al Sevilla que me hacía rugir en Nervión. Un Sevilla que a pesar de atragantarse con leones era capaz de ofrecer fútbol, buen fútbol. Ese Sevilla en el que el juego de la pelota primaba sobre el gol, aunque este último siempre fuese el principal objetivo. Un Sevilla que me hacía volver con buen sabor de boca tras el partido a pesar de haberme comido 2 paquetes de pipas yo sola. 

Ahora nos toca estar ahí de nuevo, no hay copa pero siempre nos quedarán los chupitos. Viene el Celta y la liga aún no ha acabado. 

Por eso no me queda más que pedirte que te unas a mí con el grito de " A POR ELLOS". 

El fútbol es sólo un juego para muchos, una forma de compartir con la gente un sentimiento y una ilusión para otros. Es la escusa perfecta para olvidar que detrás del domingo viene el lunes y con ello la rutina. Y es por qué no, una forma de vivir. 





martes, 26 de febrero de 2013

"La música nunca va a acabar"

Llevaba esperando aquel concierto como agua de Mayo. Como esperaba en aquella película Hachiko a Richard Gere a la salida de la estación de tren. Era bonito imaginar historias cada noche, dicen que uno sueña con lo último que ha pensado antes de dormir, y quizás esa era la razón por la que cada noche soñaba con él. Sin embargo, en nada se parecerían esas historias con lo que ocurrió de verdad. 

16 años recién cumplidos. 16 primaveras.

Él. Él y su grupo de música. Él y su color de ojos, indescriptible, como su personalidad, como su forma de vestir, como su forma de sonreír. Guitarrista. Sin vergüenza. Romántico empedernido y bohemio fuera de época. Él. 

Le descubrió una tarde de verano a través de Youtube.  Un enlace que te lleva a otro y, entonces, se produce, "algo se acciona", era él, eran ellos. Tocaban un estilo poco común, raro para alguien que llevaba escuchando música clásica desde la cuna. Sus primeros dientes eran menos dolorosos con Vivaldi de fondo, sus primeros pasos alcanzaban gran velocidad con la ayuda de Ludwig van  Beethoven.  Ahora, él y su música eran el epicentro de un corazón que alcanzaba sus máximas pulsaciones en cada uno de sus conciertos. Madrid, Sevilla, Barcelona, Valencia... no importaba el destino, allí estaría. Aquel vacío que antaño había quedado en su alma se rellenaba con cada una de sus canciones. Contaba exactamente con 313 canciones en su mp3, melodías que tras una noche de desenfreno y  pasión  ahora sólo provocaban lágrimas. 

El mundo era la música, era su música. 

Aquel concierto jamás lo olvidaría. En la última actuación él la subió al escenario, le dedicó la canción y la cantó junto a ella, a ella.  Sus ojos brillaban más que las estrellas de la Vía Láctea una noche de verano. Tras la canción bajaron juntos las escaleras. Cada peldaño un beso, cada beso una caricia que llevaba a la  lujuria, al cariño, al roce de dos cuerpos que apenas se conocían y que se deseaban. Dos cuerpos en pura efervescencia. Un frenesí que condujo a la locura. Una noche en la que las horas se convirtieron en segundos   y en la que la Luna le rogaba al Sol su retraso. 


Esas 313 melodías ahora eran el sabor de sus besos, el tacto de su piel. Lloraba. Aquella sucesión de notas y acordes se clavaba como puñales, a diestro y siniestro, y  su corazón se deshacía en pedazos como se deshilacha una bobina de lana en manos de un viejo gato juguetón. 

Aquello de los amores imposibles y las noches de arrechucho estaban bien... bien escritas en los libros. 

No lo volvería a ver y lo sabía, mas su recuerdo sí que permanecería y, aunque ella no lo supiera, le acompañaría toda la vida. 

Fue entonces cuándo despertó. 

"No hay nostalgia peor, que añorar lo que nunca jamás sucedió"  Joaquín Sabina. 

Menos mal que...  "La música nunca se va a acabar"  Daniel Aragón. 

viernes, 22 de febrero de 2013

Limón y Sal

Ayer, mientras recogía mi casa mi cabeza ideaba un post de indignación para el blog. Y fíjense cómo es mi cerebro, que por la noche, cuando me iba a sentar a escribir, las ideas volaron cuál Peter Pan hacia Nunca Jamás.  No fui capaz de poner en pie nada de lo que me había llevado toda la mañana pensando. 

Esta noche, como las del resto de la semana, cuando he ido a sentarme a escribir en el blog tampoco me ha salido nada. Cierto es, que tengo una libreta roja en la que voy anotando lo que se me ocurre/veo/me pasa para después contar. Me acompaña siempre y así la inspiración nunca se me escapa. Pero es cierto, que esta semana, la había perdido de vista ( a la libreta digo, la inspiración ni siquiera se encuentra dentro de mis contactos de Whatssapp). 

Eric Ryan 
Quizás es que mi mente no está dónde esta mi cuerpo (esta frase la anoté en la  libreta hace semanas, pero hasta hoy no he conseguido encuadrarla como quería). Y ahora bien, cuándo tú mente y tú cuerpo no funcionan juntos ¿Qué hacer? ¿Cómo cazarlos? 

En un mundo en el que las 24 horas del día me parecen pocas, y en las que apenas tengo tiempo de ordenar mi cuarto, imagínense si me pusiera a ordenar mi cuerpo y mi mente. Menudo lío. En comparación al dueño de ZARA un día de rebajas en su tienda le tocó la lotería.  Pero es tan necesario... No somos conscientes de que la vida es aquello que transcurre mientras... (en mi caso, mientras elijo que ponerme o  corro detrás de los autobuses), pero es la pura verdad, y eso que no creo en lo universal. Las 24 horas las dividimos como divide mi madre la tortilla entre mis hermanos y yo para que no nos peleemos. Dormimos 8 horas (si es que las dormimos), trabajamos otras 8, empleamos alrededor de 3 horas en desayunar, almorzar, merendar y cenar ( si es que hacemos todas esas comidas) y tan sólo dejamos 5 horas para hacer lo que realmente nos gusta ( si es eso lo que realmente hacemos). 

¿Y ahora qué? ¿Se acabó? 

¿Dónde quedan las horas que se pasaban volando cuando jugabas? ¿Y las qué se te pasaban leyendo? ¿Y las horas de la noche que pasabas bailando? 

Quizás viva de ilusiones. Quizás no he despertado de mi mundo "tqm". Pero hoy te propongo empezar de nuevo. invertir las horas marcadas y dedicar el tiempo a lo que de verdad importa, a lo que te importa. 
Hoy, como en mi libro favorito, me he cortado el pelo y me he puesto la mejor de mis sonrisas. Hoy tengo ganas de abandonar la moto sin frenos a la que me había subido en los últimos meses. Hoy me voy a la estación de tren. Mi mente ha ordenado las prioridades, pero a la locura le prohibí que se marchara. Mi cuerpo... bueno mi cuerpo tiene prohibido comer patatas fritas hasta volver a caber en el 36. 

Bromas a parte, ahora puedo decir que te necesito, que me necesito. Y lo primero que va en mi lista es cuidarme y mimarme, porque una, ante todo debe quererse así misma, aceptándose tal y cómo es.

 Pues, si no te quieres tú ¿Quién te va a querer? 

La falta de autoestima no sólo viene impuesta por la sociedad que te marca unos patrones de vida. Esto no es una enfermedad,   ya que una misma puede escoger esa máscara, ese escudo, y así no dar a conocer  aquello que todos están deseando ver. No. Hoy no hay lamentos. Hoy no hay errores ni vueltas atrás.  Tú no eres una pobrecita. Lo sabes. Lo saben.  Y te diría, citando al refranero español, que hoy soy de las "cogería al toro por los cuernos" pero no me apetece una charlita de Toni Cantó. 



Es el momento de sentirse viva, como nunca antes. Porque  la vida son dos días, échales Limón y Sal. 

lunes, 18 de febrero de 2013

¿Cine? Español


“El cine español es infinitamente mejor que los que se cagan en él” José Luis Cuerda

Lorenzo Caprile y Dior se repartieron la noche. Eran las 19:30 y, mientras los sevillanos terminaban de discutir porque sus procesiones no habían salido a la calle, empezaban a desfilar las primeras estrellas por la alfombra roja. 

Pudimos ver a una Maribel Verdú, nominada como mejor actriz por Blancanives,  optando por un conjunto blanco y negro, acorde con su película, y  a una Inma Cuesta vestida con un vestido palabra de honor. Preciosa iba Macarena García, de rojo pasión y con una pulsera dorada que acababa en reloj cómo único complemento. Maravillosa. Vimos a una Nieves Álvarez (modelo y presentadora de Solo Moda) que parecía haber quedado atrapada en el laberinto de Alicia en el País de las maravillas. Su traje, hacía juego con las cartas que sirven a la reina en aquella película Disney.  También parece ser que a Manuela Velasco se le olvidó hacerse la manicura… ¡Qué poco glamour!

Pero seamos realistas lo que más nos impactó a todos fue ver a Mario Casas con el torso cubierto.

A eso de las 22:00h, las estrellas, y algunos que otros estrellados,  estaban ya acomodados en sus respectivos asientos del Centro de Congresos del Príncipe Felipe de Madrid. Una Eva Hache elegante, que portaba un vestido blanco y negro con una larga cola y cuellos altos, daría comienzo a una gran noche, a la noche del Cine Español. 

Fue una noche en la que hasta los sobres estuvieron presentes de la mano de aquel actor de los Hombres de Paco y aquella actriz protagonista de la Señora. Se ve que ni por esas Antena 3 y TVE se ponen de acuerdo. Los del “momentazo”, como ellos mismos lo calificaron más tarde, fueron Carlos Santos y Adriana Ugarte, entregando el premio a la mejor canción que fue, finalmente para Pablo Berger y Chicuelo por Blancanieves.  Al parecer ambos leyeron uno de los cartones que se ponen en el atril para explicar quien recoge un Goya cuando en la sala no está el ganador y olvidaron que el papel salía del sobre. Los  españoles somos así. Se nos cambia el papel que sale del sobre y ya nos hacemos un lío.

Ya nos figurábamos todos que la noche sería en blanco y negro; y sino que se lo digan J.A. Bayona, que con complejo de Rappel, supo predecir ante los medios lo que pasaría horas más tarde. Aunque él tampoco escapó nada mal. Recibió, entre otros, el premio al mejor director de manos de A. Amenábar.  Premio que dio a María Belón, la auténtica protagonista: “Este Goya es para 230.000 personas”.

“El cine español necesita películas grandes, medianas y pequeñas”.  JA Bayona

Una gala en la que nos acordamos del resto de europeos y latinoamericanos, que también se llevaron premios.

Lo que sí encandiló a todos y cada uno de los españoles fue el monólogo recitado por una de las grandes, Concha Velasco. Merecida estatuilla que al fin cayó en sus manos. Acompañada además de un pequeño musical con sus canciones. Miguel Ángel Muñoz, gran cantante donde los haya ¿No?
Merecido, por supuesto, el Goya como mejor actor protagonista,  para José Sacristán. Grande del cine. Grande de la cultura. A sus 75 años jamás había recibido un Goya pese a su larga trayectoria  y este, ha sido su momento.


"Hay que pelear muchísimo para hacer películas tan libres, valientes y amenazadas" José Sacristán







Fue una gala reivindicativa. Dentro y fuera. Desde el principio y hasta el final. Una gala en la que pudimos ver a muchos con pegatinas en sus trajes, con tijeras para abrir los sobres en los que estaba el nombre de los ganador y con discursos que reivindicaban lo que miles de españoles piensan. Y es que en el cine, no todo son efectos especiales, el cine es un reflejo de la sociedad.  Hubo muchas maneras de decir las cosas. Hubo, quién prefirió el dolor para mostrar su rabia contra las medidas del Gobierno, como Candela Peña; quién prefirió el humor y quién simplemente pasó. ¿Es o no el cine un reflejo de la sociedad?

Por supuesto no podemos olvidar el impresionante, maravilloso, fantástico y genial discurso de Enrique González Macho:

"Buenas noches  Sr. Ministro, Vicepresidente de la Comunidad, Secretarios de Estado y demás autoridades que nos acompañan, señoras y señores, compañeras y compañeros: Bienvenidos a la XXVI Edición de los Premios Goya. Vamos a ser lo más breves posible porque lo sencillo y lo directo es lo mejor. Todos vivimos y sufrimos de una forma u otra la crisis en la que estamos, que no sólo afecta a España, sino a la mayoría de los países de nuestro entorno, y el cine no es ninguna excepción. Los momentos en los que estamos nos obligan a replantearnos muchas cosas y, sobre todo, nos hacen ver que el progreso y el bienestar no son una rueda imparable que siempre gira hacia adelante. Como todas las crisis, se vencerá si hay energía, inteligencia, trabajo, profesionalidad y reglas de juego claras.
Queremos ser positivos, porque somos conscientes de que nuestro cine por un lado tiene un tejido industrial frágil en su estructura económica, pero un enorme potencial en talento, creatividad e ilusión. Este potencial no solo se mantiene íntegro, sino que se renueva y aumenta con nuevas incorporaciones día a día. Desde que el cine es cine, se ha hablado de sus crisis permanentes, y de eso en nuestra profesión sabemos mucho. No olvidemos que llevamos años diciendo que “el cine español es un enfermito crónico, pero con salud de hierro”. Es verdad que el año pasado nuestra cuota de mercado fue algo mejor que en el año anterior, pero deberíamos decir que fue algo menos mala porque es totalmente insuficiente y hemos de esforzarnos para alcanzar la cuota que nuestra cinematografía merece.
Todos nuestros pasos  han de venir acompañados de una permanente autocrítica, mirarnos a los ojos en el espejo cada mañana y preguntarnos con sinceridad si lo estamos haciendo bien y sobre todo cómo podemos mejorar. Tenemos que ser plenamente conscientes de nuestras responsabilidades cuando  hacemos cine, porque nuestra obra es una parte esencial de la marca España y de la imagen de nuestro país en el extranjero.
La semana que viene, la película Chico y Rita de Fernando Trueba y Javier Mariscal y el compositor Alberto Iglesias estarán presentes en Hollywood aspirando al mayor y más codiciado galardón del cine mundial, y es muy bueno que una vez más, como casi todos los años, nuestros profesionales del cine estén presentes en Hollywood, con lo difícil que es. Y no sólo allí, sino también en los mejores certámenes que se celebran en el mundo y en muchas ocasiones ganando para España los más prestigiosos galardones. Ese reconocimiento para nuestros profesionales debería servir para conquistar a ese público minoritario que de forma visceral, que no racional, trata con indiferencia y en algunos casos con hostilidad nuestro trabajo. Puede ser que tengamos parte de culpa, pero desde luego, no toda.
Y ese espejo, queridos compañeros, es nuestro público. La razón esencial por la que hacemos cine. Para contarles historias que les interesen, les emocionen, que les hagan pensar, llorar, reír, en definitiva, sentir. Y ese público lo tenemos en la calle, en las salas de cine, en su casa a través de los ordenadores y dispositivos móviles, ese público al que nunca olvidamos, aunque algunos opinen que no es cierto.
Este año ha sido un año de grandes cambios para nuestro país. La industria del cine los ha seguido de cerca como un sector de la sociedad al que los vaivenes de todo tipo afectan profundamente. Estamos ante una etapa nueva en la que se nos plantean nuevos caminos y, aunque bien es cierto que el camino se hace al andar, es necesario saber cómo se ha de transitar y sobre todo adónde se quiere llegar. Es necesario que conozcamos cuál es el camino para que lo recorramos todos juntos, como única fórmula para avanzar y llegar a metas más ambiciosas. Los cambios  nos van a afectar profundamente: cambios legislativos ya anunciados por el Sr. Ministro de Educación Cultura y Deportes y por el Secretario de Estado de Cultura,  cambios tecnológicos que afectan no solamente a los modelos tradicionales, sino también a los nuevos, cambios en las relaciones con las televisiones, tanto públicas como privadas. Muchos cambios. Cambios que si se realizan con la prudencia y la visión apropiadas, seguro que serán positivos. Pero somos conscientes de que los cambios siempre provocan inquietudes si no están perfectamente definidos y han de ser viables y tener como objetivo mejorar y enriquecer los modelos anteriores.
La industria cinematográfica no se puede permitir un salto en el vacío. Todos conocemos la complejidad de nuestro trabajo, tan difícil como,  inestable y cualquier giro imprudente puede llevarnos a una catástrofe. Por ello hacemos un llamamiento a la prudencia, a la lógica y a la potenciación de lo bueno ya existente sin abandonar en absoluto las nuevas vías emergentes que probablemente marquen gran parte de nuestro futuro.
Todos somos internautas, Internet es un espacio que compartimos y como todo aquello que se comparte, debe estar regido por un respeto mutuo y con unas normas de convivencia en las que estén claros los derechos y las obligaciones, regido por el respeto y la responsabilidad. Pero la realidad, por el momento y probablemente por un espacio de tiempo demasiado largo, es que Internet no forma parte de la actividad económica del cine. No dudamos que formará parte esencial de nuestro futuro, pero ese futuro todavía no ha llegado. Hoy por hoy, prácticamente la totalidad de la economía del cine, esos recursos que hacen posible la producción cinematográfica, no proceden de Internet, proceden esencialmente de las salas cinematográficas, de la televisión, del DVD y de otras formas de comercialización. Internet, desgraciadamente, todavía no es alternativa ni sustituto, ni tan si quiera un complemento al enorme esfuerzo económico que supone producir cine. Y no se trata de defender un modelo antiguo o caduco, como malintencionadamente afirman algunos.
Porque todos estamos inmersos en la búsqueda de los nuevos modelos, esencialmente digitales. Por ello, en tanto en cuanto ese futuro llegue, debemos seguir defendiendo aquello que hace posible la obra cinematográfica sin dejar de investigar, invertir y desarrollar las nuevas vías para un futuro más o menos próximo.
Nuestro cine es rico y no se puede etiquetar sin faltar a la verdad, y esa verdad es que, como la sociedad de la que nace y de la que se nutre, nuestra cinematografía es un crisol de miradas. El cine español no es un género, es una amalgama de diferentes tendencias creativas que expresan con mayor o menor fortuna el reflejo de nuestra sociedad. Es para esa sociedad para la que hacemos las películas y queremos estar cada día más  próximos a ella.
Dentro de la Academia y del cine español hay lugar para todo tipo de sensibilidades políticas, culturales y sociales. De ello dan prueba las películas que compiten hoy en esta gala y que afortunadamente son todas diversas y diferentes. No sabemos si la Academia puede hacer mucho o poco, sinceramente creemos que hemos trabajado para todos, buscando lo que nos une y obviando lo que nos separa, y el resultado será siempre la unión de múltiples iniciativas individuales, en la búsqueda del necesario acuerdo. No sabemos si lo hemos conseguido y no somos nosotros quienes debemos juzgarlo, pero desde luego nuestra Academia es ante todo y sobre todo un colectivo integrador de toda la industria y de todas las opciones culturales y artísticas.
Estamos convencidos de que esa es la forma correcta de enfocar el futuro. Vuestro apoyo debemos renovarlo día a día, minuto a minuto, porque los cheques en blanco no existen y es bueno que así sea. Trabajaremos siempre bajo la dirección de la Junta Directiva, compuesta por los 28 miembros elegidos por vosotros y que de una forma muy generosa nos otorgan su tiempo y su esfuerzo para que esta institución siga siendo lo que es, un ente respetable y respetado, fiel reflejo de lo que es nuestra actividad, nuestro trabajo y nuestra profesión, para que siga creciendo sin olvidar sus raíces.
Igualmente, manifestamos nuestro agradecimiento a los trabajadores de la Academia, personalizando en José Garasino como máximo responsable de la dirección de esta institución. El año pasado en la ceremonia de los Goya nuestro anterior presidente Álex de la Iglesia, dijo algo muy importante: “trabajemos con honor” y, querido Álex, quisiéramos añadir: “trabajemos con honor y con orgullo”, porque debemos estar orgullosos de lo que hacemos, porque lo hacemos de la mejor forma que se nos permite, que sabemos y que podemos.
Por todo ello, compañeros y compañeras peleemos por un futuro aún más brillante, con honor y con orgullo. Muchas gracias y buenas noches"

Ahora es hora de volver a casa, descansar y pensar un sitio dónde colocar el Goya. En el caso de Bayona  que vaya buscando también unas muletas.
Es hora de reflexionar, porque nosotros no tenemos a Hollywood pero los tenemos a ellos. Y no, no son tan malos. 


 Mejor película: Blancanieves, de Pablo Berger.

 Mejor dirección: J.A. Bayona,  Lo imposible.

Mejor dirección novel: Enrique Gato,  Las aventuras de Tadeo Jones.

 Mejor guión original: Pablo Berger,  Blancanieves.

 Mejor guión adaptado: Gorka Magallón, Ignacio del Moral, Javier Barreira, Jodi Gasull y Neil Landau , Las aventuras de Tadeo Jones.

Mejor música original: Alfonso de Vilallonga,  Blancanieves.

  Mejor canción original: No te puedo encontrar, de Pablo Berger y Juan Gómez, de la película Blancanieves

Mejor interpretación masculina protagonista: José Sacristán,  El muerto y ser feliz.

Mejor interpretación femenina protagonista: Maribel Verdú,  Blancanieves.

Mejor interpretación masculina de reparto: Julián Villagrán,  Grupo 7.

Mejor interpretación femenina de reparto: Candela Peña,  Una pistola en cada mano.

Mejor actor revelación: Joaquín Núñez,  Grupo 7.

Mejor actriz revelación: Macarena García,  Blancanieves.

 Mejor dirección de producción: Sandra Hermida Muñiz,  Lo imposible.

Mejor dirección de fotografía: Kiko de la Rica,  Blancanieves.

Mejor montaje: Bernat Vilaplana y Elena Ruiz,  Lo imposible.

Mejor dirección artística: Alain Bainée, por Blancanieves.

Mejor diseño de vestuario: Paco Delgado, por Blancanieves.

Mejor maquillaje y/o peluquería: Fermín Galán y Sylvie Imbert,  Blancanieves.

Mejor sonido: Marc Orts, Oriol Tarragó y Peter Glossop,  Lo imposible.

Mejores efectos especiales: Félix Bergés y Pau Costa,  Lo imposible.

Mejor película de animación: Las aventuras de Tadeo Jones.

 Mejor película documental: Hijos de las nubes, la última colonia.

 Mejor película iberoamericana:Juan de los muertos, de Alejandro Burgués (Cuba).

Mejor película europea: Intocable, de Eric Toledano y Olivier Nakache.

Mejor cortometraje de ficción español: Aquel no era yo, de Esteban Crespo García.

 Mejor cortometraje de animación español: El vendedor de humo, de Jaime Maestro.

Mejor cortometraje documental español: A story for the Modlins (Una historia para los Modlin), de Sergio Oksman.

Premio Goya 2013 de Honor: Concha Velasco

Porque nosotros, y sólo nosotros hemos sido capaces de coger un cuento... y transformarlo; sin necesidad de sonido ni color, tan sólo usando el Blancanieves.  Capaces de lo imposible... ya lo dice el título... y de mostrar a nuestros pequeños que todos podemos ser aventureros, y de que el mejor trabajo se hace en Grupo 7.  Ahora que esto no caiga en el olvido, que el cine y la cultura sean nuestras armas y que no olviden que nosotros, los ciudadanos,  seguimos aquí. 
Silencio, se rueda. 


viernes, 15 de febrero de 2013

PIN PAN TOMA Lacasitos

Lo cierto es que yo pensaba que mi faceta romántica/amorosa/pastelosa, que tanto me caracteriza, no iba a ser tan bien acogida como lo fue ayer en el blog. Y sintiéndome cual Rey de España, o mejor dicho, cual princesa de cuento,  les diré que me llenan de orgullo y satisfacción todos los comentarios que recibidos ayer. A tod@s vosotros: GRACIAS.

Volvamos a la normalidad. Bueno o a todo lo normal que esto puede ser. Porque, seamos sinceros, no existe nadie normal. Piénsalo. 

Lo que yo quería contarles hoy, mezcla  la actualidad y el pasado. Esto tampoco es normal, como la vida misma:  

6º de Primaria. Recuerdo perfectamente aquel curso, fui subdelegada de mi clase. Por aquellos tiempos mi mejor amiga y yo nos reíamos mucho tan sólo pronunciando la palabra "delegada, delegada" con ese tonito que tanto nos encantaba; estábamos sentadas en la 4º fila justo detrás del más malote de mi clase y lo cierto es que atendíamos poco, pero siempre aprobábamos. Esto no tengo muy claro si es normal o no, ya saben que hay mucho personaje suelto que te dice: "yo no he estudiado nada para el examen" y saca un 10... en fin, a lo que vamos... Un día de tantos muchos en los que reíamos al cantar una canción que había que bailar con el movimiento de barbilla  ( no, no es normal pero sí divertido), la profesora pronunció una palabras que jamás olvidaré: 

 "¿Sabeís qué? Hay países en el mundo que tienen un botón rojo, si alguna vez les da por pulsar el   botón lanzarán al mundo un misil y todo se acabará" 




















Recibir esa noticia con tan sólo 12 años tampoco es normal. Pero, oye , que ni con noticias así de desagradables consiguieron que nos esforzáramos en el baile de fin de curso.  Quién lo vió sabe porque lo digo. Aunque también he de decir que me las dí de madura, a pesar de seguir jugando a las barbies, y no me lo creí. 8 años más tarde he vuelto a recordar esa frase con una noticia que leí en EL PAÍS y... ¡Vaya si era verdad! Corea del norte tiene ese botón rojo, y apostaría una palmera de chocolate a que también tiene otro de color amarillo, naranja,azul, verde... cómo si de una bolsa de Lacasitos se tratase. 

¿Impresionante no? Tú futuro en manos de alguien que ni siquiera conoces. Y ese alguien, no es Dios. Tú imagínate que en un momento de lo que yo llamo éxtasis, al señor le da por cantar "PIN PAN TOMA LACASITOS"  

Después no habría tiempo para un "vaya que la he liao parda" .

Yo que le temo al amor más que a la muerte, les diré que no tienen que preocuparse  (consejo sólo apto para los no normales) pues les aconsejo que vivan más que nunca, no porque el fin pueda estar cerca, sino porque es el principio de nuestra vida el que acaba de comenzar. Porque los fines de unas cosas son los principios de otras. La vida es un ciclo sin fin, como el chino más alto (Chin Fin) . Ahora huiré haciendo la croqueta. Buenas noches.






jueves, 14 de febrero de 2013

San Calentín


A partir de este momento quedan autorizados para tachar este blog de consumista. LLámenlo si quieren capitalista, conservador, neoliberal, avaro o explotador. O mejor, llámenselo a su autora, al blog síganlo visitando que él no tiene la culpa. Tampoco tiene la culpa de ser tan cursi.
  
Todos saben qué día es hoy. San Valentín, “San Calentín”, para los amigos.

 Y, sometiéndome a una festividad inventada por el Corte Inglés, hoy me he dedicado a repartir piruletas rojas.

Aquí les dejo la prueba del delito.

 Ayer, tras recorrer los kioscos cercanos al hospital compré una bolsa.   “Con tantas piruletas vas a hacer rico al del kiosco”- me han llegado a decir, pero no se engañen. Aquí hemos ganado todos. Aquí todos hemos sido ricos. Se enriqueció el del kiosco con las piruletas que le compré. También aquellos que las saborearon al recibirlas. 

Más si alguien se enriqueció, esa fui yo.

Y me preguntarán: ¿Por qué?   Y yo les responderé: ¿Y por qué no?

 ¿Por qué no hacer que la gente se sienta especial?

Yo soy partidaria de los besos mañaneros, de los abrazos sin por qué, de las buenas noches por Whatsapp junto con ese emoticono del besito en las que incluyes uno de los corazones de colores. Me enamoro. Yo,  partidaria de los “baja ahora que estoy aquí”, de cenar con Champagne todas las noches y tomar de postre fresas con nata. Partidaria de los susurros y caricias por tu espalda, de dejarte en la bandeja de entrada una canción que me recuerda a ti.  De las noches de cine en un sofá; de los “vístete que nos vamos” y por supuesto, de los te quiero. Yo, partidaria de las fotos románticas que se cuelgan en Facebook, de los tweets dedicados y de los regalos inesperados. Soy partidaria de los paseos agarrados de la mano, y de los “te acompaño a la puerta de casa”. De los “ojalá estuvieras aquí” y de los “te echo de menos”.
Soy partidaria de todo eso y más los 365 días del año, por eso hoy también.
Porque es cierto que nada ni nadie nos debe indicar cuándo debemos querernos. Pero recordarlo este día, como otro cualquiera, no nos viene nada mal.

Hoy, he piruleteado por encima de mis posibilidades.

Quedan autorizados para tacharme de superficial. Pero cómo bien me ha enseñado mi hermano, les responderé: “Ahora pregúntame si me importa”. 

domingo, 10 de febrero de 2013