martes, 27 de noviembre de 2012

¿Por qué estudiar periodismo?

Había perdido la fe en el periodismo, en la objetividad, y por perder, había perdido hasta la ilusión. Me levantaba cada mañana desmotivada, yendo a clase a escuchar a una serie de profesores (más o menos buenos) y  pensando durante ese interminable trayecto hasta la facultad (que suelo hacer en el autobús)  si realmente había escogido la opción correcta. "¿Por qué estudiar periodismo?"

Muchos ya nos habían enseñado que la objetividad como tal no existe, que la información está sujeta no solo a la ideología sino también  a la economía; y como gota que colmaba el vaso, el mundo me demostraba que no hacía falta estar titulado para dar información o expresar tu opinión acerca de un tema en un medio de comunicación. Me demostraba además, que debíamos posicionarnos en un bando u otro para poder ser alguien en el mundo de la comunicación, y que eso de ser "bueno" era demasiado difícil si no se tienen los medios necesarios.
Pero algo dentro de mí insistía en no abandonar, en no caer en el agobio y la desolación. Era algo que me decía que debía continuar.
Hoy todo cambió. Hoy volvieron, volvieron las ganas de informar, de concienciar al mundo de lo que ocurre a nuestro alrededor, de no dejar que nos manipulen y sobre todo, volvieron las ganas de cambiar la realidad.  Volvió la ilusión, esa que me hace trasnochar para saber qué ocurre en unas elecciones, esa ilusión que me hace leer e investigar sobre temas de los que me encanta hablar.
Y es que, tras varios días preparando unas pequeñas preguntas para un trabajo de una de las asignaturas que curso, hoy, realizaríamos esa pequeña entrevista.  Era nuestra primera entrevista, y nuestra "víctima",  un economista de gran renombre y bloguero; que había publicado periódicamente en  ABC, y que muy modestamente había accedido a responder a las preguntas de dos pequeñas periodistas en proceso de construcción. Desde aquí, mis más sinceros agradecimientos, pues sin él no habría sido posible.
No puedo describiros que sensación tuve antes, durante y después de la entrevista, sólo sé que estaba muy nerviosa,sí, pero también ilusionada; emocionada por ese pequeño paso que iba a dar. Es cierto que esas preguntas no se pueden comparar con las que realiza Ana Pastor, como tampoco compararé este post con los que escribe Elvira Lindo. Pero sé que ellas son dos de mis modelos a seguir, y que intenté disfrutar interrogando a este señor. Todo lo que nos contó  me hizo darme cuenta de que en el fondo, aquello que nos enseñan en  la Universidad no está tan desencaminado de lo que es el verdadero periodismo. Y , aunque creamos que hay asignaturas que no sirven para nada o profesores que no saben enseñar, hoy he descubierto que me equivoqué (rectificar es de sabios ¿No?), pues, en cada una de esas palabras escuchadas pude  recordar enseñanzas de mis profesores, de los que me siento orgullosa. Ojalá esta sea la primera de muchas entrevistas,  y ojalá que todas ellas me recuerden que el periodismo nos  forma como personas y nos hace darnos cuenta de que todo lo que ocurre alrededor nos interesa, nos influye, nos condiciona.
¿Por qué estudio periodismo? Porque me muero de ganas de cambiar las cosas, de luchar, de aprender y sobre todo, estudio periodismo por la libertad, principio básico del ser humano, de la persona, y de la que por desgracia no todos pueden presumir. Estudio periodismo porque me gustaría  defender lo invisible, y lo imposible también, pero sobre todo estudio periodismo porque me hace sentir que todo puede se puede arreglar.
Nada como este pequeña experiencia para aprender que la esperanza es lo último que se pierde.

 Y por último y si me lo permiten tengo que darte las gracias a ti,  gran compañera y amiga. ¡Gracias! Por haberme aguantado esos nervios mezclados con café.

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