sábado, 27 de octubre de 2012

#1

Quería inaugurar la sección con alguien muy especial, por eso he tardado en crear el primer post. Lo cierto es que no sabía con quién debía empezar. Pensé en conocidos pero también en desconocidos... y no, no hallaba con el candidato/a adecuado/a; hasta que al final, hoy, le encontré. Mejor dicho, él me encontró a mí. Simplemente apareció, y aunque en principio muchos le tomaron por loco, a mi en horas me demostró lo que valía. Y lo mejor de todo es que me ha hecho bajar de las nubes en las que estaba, a veces, o mejor dicho, muchas veces, tiene que venir alguien a bajarnos, a demostrarnos que todos somos iguales y que no hay unos mejores que otros simplemente porque nos lo hayamos creído o nos hayan hecho que nos lo creamos. Pero de eso no es de lo que os quiero hablar. Quiero contaros qué es una persona maravillosa, y aún no la he conocido del todo... Nos ha contado muchas cosas sin apenas conocernos, y lo que es más,  es consciente de sus limitaciones y sin embargo no se avergüenza de ello, todo lo contrario, las afronta y da la cara, y  ¿ Sabéis algo que me llamó mucho la atención? No ha perdido la sonrisa. Hay temas que le ponen triste y no le gustan, por eso decide siempre cambiar de tema, pero no lo hace como lo haríamos uno de nosotros, no, directamente te dice que no quiere hablar de ello y te sonríe. Esa sonrisa es especial ¿Saben por qué? Porque desemboca en risa, pero no una risa normal, sino una risa contagiosa. Es sencillamente como esa persona de la que os hablo puede hacer tanto bien con tan solo reírse a los demás. Sin duda un invisible especial. Pocos saben quién es de verdad, y muchos menos se preocupan por averiguarlo, sin embargo, ilumina cualquier cuarto en el que esté. Es un ejemplo a seguir, un ejemplo de superación al que muchos deberíamos admirar. Un invisible con un gran valor. Sin duda, os invito a conocerle porque os necesita, pero creerme cuando os digo que nosotros le necesitamos mucho más a ÉL. Quería desde aquí darle las gracias, por haberme abierto los ojos, y lo que es más: el corazón. Quería que supiese que he aprendido mucho y que me gustaría seguir aprendiendo, que no se vaya, que se quede hasta el final, que le necesitamos todos.

jueves, 18 de octubre de 2012

Invisibles

He decidido inaugurar una pequeña y nueva sección para el blog. El nombre no sé si lo define bien, pero estoy segura de que es hora de darle voz a aquellos que no la tienen. Me gustaría contaros historias reales, del día a día, esas que nos rodean a todos y que muchas son "invisibles a los ojos, pero no al corazón". Tu también puede unirte y si quieres, contar tu historia. Adelante. ¡Elige tu color!

martes, 16 de octubre de 2012

Zapatito blanco, zapatito azul

¿Sabes lo que es tener ganas de hacer cosas? ¿Sabes qué es sentir que puedes con todo lo que te echen? A veces siento que puedo, que me como el mundo cuando salgo de mi casa a las 7:30 de la mañana, pero luego las piedras van poco a poco metiéndose en mi zapato. Poco a poco van entrando a lo largo de la mañana, se cuelan a la hora de comer, y, cuando llega la noche ni siquiera el pie me cabe. Es, entonces cuando necesito descalzarme, sentir el frío del suelo que pasa lentamente desde el dedo meñique hasta mis orejas. Y una vez que soy yo misma, y que los pies han dejado de dolerme es hora de hacer dos cosas: en primer lugar suelo coger tiritas, algodón, y un poco de alcohol y me curo las heridas. Al principio duele, ¡Cuánto duele! pero poco a poco, tirita a tirita se va curando. En segundo lugar es hora de enfrentarse al zapato, y sacar lentamente cada una de las piedras que se han colado. El dilema viene cuando te preguntas:¿Qué hago con las piedras? ¿Tirarlas? ¿Guardarlas? Quizás ese no sea el verdadero problema, quizás debería plantearme cambiar de zapato.