jueves, 31 de mayo de 2012

reloj

"Es un reloj, roto, mi corazón solo, es un reloj, que hay que poner en hora para que no llegue tarde al amor esta vez"

helados de chocolate

Los helados de chocolate me chiflaban y él lo sabía. Aquella tarde calurosa de Junio, me tapó los ojos, y me llevó a aquella heladería. Sin saber donde estaba, y tan solo sintiendo que estaba sentada en un sofá acolchado tomó mi mano, se acercó a mi boca y dijo: "pruébalo". Tímida, saqué mi lengua, aún con los ojos tapados, pero no, aquello no sabía a helado... pues no era el helado lo que probé, sino sus labios...

La felicidad

Me hace feliz desenvolver el papel de un caramelo en el silencio de una conversación, me hace feliz volver a ver a gente que, con los años había dejado de ver. Me encanta llegar a una calle, o a un sitio, y acordarme de que allí viví "algo especial", tumbarme al sol en la playa justamente donde llegan las olas y sentir el frio del agua por la espalda.  Me gusta bajar a la playa, meterme en la sombrilla y sentir el viento en la cara mientras leo. Me gusta encontrarme contigo en el lugar de siempre, a la hora de siempre, y con la sonrisa de siempre. Me hace feliz. Me hacen feliz aquellos que vienen a ver los teatros y se levantan los primeros a aplaudir, aunque la obra no le haya gustado. Me hace feliz que vengas tú a verme, y eso lo sabes. Me hace feliz que juntemos nuestras manos y gritemos justo antes de empezar a actuar, me gusta mucho ver una obra de teatro y olvidarme de lo demás. Me encanta que las miradas y gestos hablen por sí solos. Me encantan los cereales que chocolatean la leche a las 7 de la tarde como  merienda, con  leche fresquita. Me gusta mucho que me den un beso antes de acostarme, y me encanta que me susurren canciones al oído. Me encanta subirme a un escenario, y pasear por el patio de butacas... Me gusta mucho el cine, el teatro y los libros. Me encanta leer e imaginar que yo soy el personaje. Me gusta mucho buscar frases en los libros y luego recordarlas. Me encanta memorizar poemas y luego recitarlos. Me encanta poner la radio y bailar en mi cuarto como si estuviera en una actuación. Me encanta disfrazarme. Me hace feliz ver una peli en el cine, y hacer regalos. Me encanta envolver cosas y preparar sorpresas. Me encanta llevar botas de agua cuando llueve y pisar los charcos, pasear por la playa en bicicleta, y jugar a las palas... me gusta mucho bajar a la piscina y meter las piernas justo en el chorro que expulsa el agua.
Y así, mi vida va componiendose de momentos, felices

lunes, 28 de mayo de 2012

11horasy30minutos

9 de la mañana, y tras una lucha con la bicicleta, llegué. Han sido 11 horas y 30 minutos nuestros, al fin... he vuelto a ver esa sonrisilla temprano, he vuelto a ver esa cara que se te pone cuando tienes hambre, y esa cuando estudias. Cuando te concentras tienes cara de inteligente. Luego he visto, como hacía tiempo que no lo veía, como comías... y como siempre, nos hemos peleado, de esas peleas de las nuestras que duran como mucho 5 minutos. Me encantan. Me encantas tú y tus cosas, tú y tus subrayadores, tú y tus chistes, tú y tus conversaciones conmigo por chat Blackberry mientras me tienes en frente. Tú y tus cariños, tú y tú. Me encantas. ¿Puede ser este el primero de muchos días?

sábado, 26 de mayo de 2012

vacaciones de verano

"Es como si te vas un verano, y al volver tu casa es un palacio, claro que es mucho mejor, pero... no es tú casa". Si hay algo con lo que me quedo de ayer es con esa frase. Luego vi como tocaste cada una de las butacas, cada una de las lozas de los lados, y cada uno de los rincones del teatro. Intenté aguantar y tragarme las lágrimas hasta que pronunicaste entre sollozos esas palabras, GRANDES MUY GRANDES. Ahora sé, por qué hago teatro, por cosas como esas, que hacen que me sienta viva y con ganas de seguir, por gente que pronuncia esas palabras y que me hace darme cuenta de que no estoy loca, o mejor dicho, que si que lo estoy, pero que somos una familia de locos, todos estamos locos... locos por el teatro.

viernes, 25 de mayo de 2012

Se apagan las luces

Se apagan las luces, pero hoy no será como la otra vez, porque siempre es diferente. Ni siquiera nosotros somos los mismos. Esta semana ha sido difícil, no lo niego... pero jamás pensé que pudiera terminar así. Qué cierto es que nunca sabremos que va  a pasar, lo que más planeas al final termina saliendo de una forma completamente diferente a la que crees. Para algunos que se apaguen las luces tan solo significará una más, o incluso significará poco, pero para otros muchos, muchos de los que llorábamos ayer, es muchos más. Hablar de luces, es hablar de "gordos de bohemia", de bailar y gritar "la boheme", de ensayos largos, del "día de la tapa, el queso, o la chacina"... es hablar de vestuarios que daban frío en invierno y calor en verano, es cantar la canción de "Ojos verdes", risas en el gallinero... han sido muchos momentos, tanto en la 1ª como en la 2ª edición. Momentos que me llevo, momentos que son mas y mejores que los muchos o pocos malos momentos que hayan podido pasar... y al fin y al cabo... ¿ No es eso lo que importa?

jueves, 17 de mayo de 2012

Aquella noche fue especial. Me acompañó a mi casa, como de constumbre, llegamos al portal y cuando fuia  meter la llave en la cerradura gritó: "espera, tengo que hablar contigo". Sorprendida, saqué la llave, y acto seguido caminé hacia donde se encontraba, "¿De qué se trata?- pregunté extrañada. Y entonces me contestó, con dos simples palabras: "Te quiero". Y me besó, me besó como besaba el protagonista de aquella película que solía ver cuando niña, que terminaba con un beso de amor. Le miré, le sonreí, y acto seguido salí corriendo hacia el portal, subí por las escaleras, no me podía creer que había pasado. A mí, jamás hubiera imaginado que eso me hubiera sucedido, y de esa manera. Lo que aún no sabía, es que ese fue el primero de 1000.000 y medio de besos que vendrían después.

solamente tú


17

Otro más, pero este es diferente, recuerdo perfectamente que pasaba hace exactamente hoy un año. Como cada mañana llegué, pero no estabas, ¡Qué raro!- pensé, no habías venido, y hasta las 10 no podría ir a la clase de abajo para preguntar donde estabas... alomejor es que te habías puesto malita con la barriga... pero llegaron las 10, y baje, corriendo, te echaba tanto de menos... y el día antes, habíamos hablado tan normal... era todo tan raro. Mis sospechas se confirmaron, a las 10 y algo más, él me lo conto todo. Mi cara tuvo que ser extraña, pues todo el mundo me preguntaba si yo estaba bien, yo claro que lo estaba, pero tú... debias estar mal, que digo mal, muy mal. Recuerdo que te mandamos un mensajito, y que por la tarde fuimos a verte. Yo tenía unas uñas extrañas ¿Te acuerdas? No te gustaron nada, y al poco tiempo se me cayeron... sin embargo había algo que no me cuadraba... parecías tan entera, como si nada te hubiera pasado... parecías normal. Pero yo sabía que no, sabía que no era así. Sabía que como otras muchas veces, esto no era más que otro caparazón, otro escudo que ibas a ponerte para que nadie te viera. Y sí, mis sospechas se confirmarón horas mas tarde, cuando hable contigo por teléfono. Esa sí que eras tú, esa si que era la que yo conocía. Qué rara me sentí aquella noche, lloraba, porque no podía estar a tu lado... y me acuerdo que te escribía cosas, y mensajes, pero yo ya había provado el dolor que supone esa pérdida, y sabía que en ese momento no hay consuelo que valga. Todo deja de ser blanco para ser negro.
Pero aquí estamos, un año después de aquello... y qué de cosas han pasado... algunas mas buenas y otras menos, sin embargo hay algo con lo que me quedo, juntas, ahora y siempre.
te quiero

lo que soy


Nosotros pensamos algo de nosotros mismos, nos imaginamos como somos, y cuando entramos en contacto con los demás proyectamos esa imagen. Si tenemos una imagen seria, a entrar en un ascensor tan solo diremos “Hola”, pero si por el contrario “creemos que somos” algo mas alegres, saludaremos con una sonrisa.  Entonces… ¿Estamos representando un papel? Es cierto que en cada situación actuamos de una manera, la vida en sociedad nos hace que desempeñemos en diferentes situaciones comunicativas diferentes roles, los asumimos, de tal forma que, al cambiar la situación cambia el rol. Pero estoy harta, estoy harta de representar algo que no soy, pero ¿Qué soy?

miércoles, 9 de mayo de 2012

bodas de sangre


Bodas de sangre, una tragedia en verso y en prosa del escritor español Federico García Lorca escrita en 1931. Se estrenó el 8 de marzo de 1933 en el Teatro Beatriz de Madrid por la Compañía de Josefina Díaz y Manuel Collado y fue llevada al cine por Carlos Saura en 1981. Bodas de sangre, obra que apenas hace un año me estudiaba porque entraba en mis exámenes de Selectividad. Obra que leí, y que una y mil veces imaginé sentir lo que aquella novia sentía. Lo que no sabía es que dentro de tan solo un año, estaría subida en uno de los lugares más mágicos del mundo para mí, representándola.  Pero lo que jamás hubiera imaginado es lo que ha significado esta obra para mí. Lo que empezó un sábado lluvioso de Diciembre  y terminó hace apenas unos días ha calado en mí. Y es que, pienso en Bodas de sangre y pienso en sábados por las mañana llenos de risas, pienso en Bodas de sangre y pienso en comidas compartidas, pienso en que los sábados no se comen pucheros sino que se comen bocadillos de doritos con mojo picón, pienso en escondites de patés detrás de una cortina, pienso en peinados mientras escuchamos Amaral o Luis Fonsi, pienso en risas en unos escalones a las 4 de la mañana,  pienso en ensayos que se hacían largos y a la vez demasiado cortos, en canciones que hasta el día del estreno no se escuchan bien, pienso en aquella vez que grabé un video y me lo censuraron, en aquella vez que apreté demasiado el bote de cola blanca, y en aquellas veces en las que las vueltas a casa  en el c2 no quería que se acabaran nunca. Pienso en aquellas palabras que me dijeron al oído, y en sentimientos que me transmitía la obra como… ¿la venganza? Y es que, si sigo pensando en Bodas de sangre, se me viene a la mente cada uno de ellos, mis compañeros, mis amigos, mi familia. Cada uno de ellos, diferentes, pero todos contagiados por la misma pasión, por eso que se llama teatro. Esos que a pesar de poder representar cualquier papel siguen siendo ellos mismos… y eso ¿Será por algo no? Esos que, a muchos conociéndoles de apenas meses han ocupado en mí un espacio enorme, en mi corazón. Porque al fin y al cabo en eso nos hemos convertido en un corazón, un corazón que no ha dejado de bombear ni un solo segundo,  un corazón guiado en todo momento por ella, que no perdió la esperanza nunca, que supo motivarnos a cada uno de nosotros, capaz de hacernos sentir importantes, de hacernos sentir que podemos…. También  pienso en el vestuario, y en aquella vez me vestí por primera vez de blanco. Tampoco podré olvidar la cara de mi madre al verme, como tantas otras cosas de este fin de semana ha sido única. Ha sido único el sentimiento que inundó aquel teatro el viernes, el sábado y el domingo. Empezamos con lágrimas, sí, con muchas, pero creo que terminamos con muchas más.  Gracias, a todos aquellos que disfrutaron con nosotros, a todos aquellos que hicieron posible que esto saliera para delante, pero sobre todo tengo que darles las gracias a aquellos que perdonaron los “hoy no puedo tengo ensayo”.  Gracias, porque solo ellos saben lo que esto significa para mí y dejaron que lo disfrutara. A ti que lo lees: GRACIAS